En la comunidad El Inca de Pimampiro
LA REFORESTACIÓN AYUDA A CONSERVAR LOS RECURSOS NATURALES
+ A través de una minga interinstitucional, en esta localidad rural,
se plantan nuevos árboles para recuperar las especies destruidas por los
incendios forestales del pasado año. Estudiantes de la Unidad Artesanal
“Pueblo Sin Fronteras” son parte de esta acción.
IBARRA.-
En la comunidad El Inca, cantón Pimampiro, el Gobierno Provincial de
Imbabura, con la participación del Gobierno Municipal de Pimampiro, el
Ministerio del Ambiente, Secretaría Nacional de Riegos, Dirección
Provincial de Educación y Cuerpo de Bomberos plantaron 840 árboles de
aliso en toda el área natural de la zona, que resultó afectada por los
incendios forestales del pasado año.
Esta tarea forma
parte del Programa denominado “Minga Provincial de Recuperación de Áreas
Afectadas por los Incendios Forestales en Imbabura”, liderado por el
organismo provincial. La finalidad es volver a poblar nuevamente de
árboles las reservas naturales que se perdieron por el fuego, ocasionado
de manera irresponsable por los seres humanos.
BENEFICIOS DEL PROGRAMA
Con
la reforestación, según el Prefecto Diego García, se trata de ofrecer
una mejor calidad de vida a la población. Las plantas cumplen el rol de
oxigenar el ambiente, brindar un aire puro, atraer la presencia de la
lluvia, mantener la biodiversidad, evitar la erosión de los suelos y
conservar los recursos hídricos para la supervivencia de la población.
Estudiantes,
en un número de 42, del primer año de bachillerato de la Unidad
Artesanal “Pueblo Sin Fronteras” participaron en forma entusiasta en
esta jornada que empezó desde las primeras horas del día del pasado
sábado. Cargando, cada alumna, 20 plantas de aliso recorrieron el
camino hasta arribar a una zona alta en donde, luego del respectivo
hoyado, ubicaron con sumo cariño las nuevas plantas.
El
aliso, variedad nativa de la región andina, son adaptables al clima frío
y tipo de suelo de la comunidad El Inca. Es amigable con el
agricultor, que reconoce su enorme valor por el aporte de nutrientes,
humedad, microclima y refugio de vida silvestre que ofrece, aspecto que
resulta beneficioso para el mejoramiento de la tierra, disminuyendo la
probabilidad de deslaves.
A más de plantar los árboles,
cada estudiante tiene la responsabilidad de cuidarlos en el lapso de dos
años. Así se garantiza su crecimiento y desarrollo y el cumplimiento
exitoso del plan de reforestación.
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