EL ASFALTADO DE LA VÍA IMANTAG – PUENTE AMBI – COÑAQUÍ ENTRA EN LA ETAPA FINAL

La obra la ejecuta el Gobierno Provincial de Imbabura


* La carretera une 3 cantones de la provincia. En su trayecto se encuentran repartidas miles de hectáreas de tierras productivas.

 El trabajo de asfaltado de la vía Imantag – San Roque – Puente Ambi – Coñaquí está en la recta final. El Prefecto de Imbabura Diego García informa, con satisfacción, que esta obra se ha consolidado gracias al cumplimiento estricto del cronograma establecido para este efecto, por parte de la Compañía DPM Ingenieros Asociados, contratada por el Gobierno Provincial.

La autoridad explica que hasta el momento un tramo considerable de la carretera, entre el Puente El Ambi e Imantag, se encuentra asfaltado. Esto evidencia claramente el desarrollo rápido de la tarea que sigue al mismo ritmo en todo el trayecto que contabiliza 18 kilómetros de longitud.

“El objetivo del Gobierno Provincial es concluir lo más pronto posible con este proyecto vial de gran trascendencia para la población imbabureña”, dice el Prefecto. Asevera que con ello se logrará mejorar la calidad de vida de miles de pobladores de los cantones Antonio Ante, Cotacachi y Urcuquí, por donde atraviesa el camino.

BENEFICIOS
El asfaltado permitirá el tránsito fluido de los vehículos y un mejor acceso a cientos de hectáreas productivas que se encuentran repartidas en la zona. Aquí se cultiva tomate de árbol, fréjol, papas, maíz, entre otros alimentos de consumo masivo, que abastecen los mercados locales y nacionales.

Una inversión de 3´770.957 destina la Prefectura para asfaltar esta vía. Históricamente, nunca antes se estimó un monto similar para mejorar una carretera que cubre el sector rural.

El cambio profundo que se evidencia en la actual administración llena de júbilo a los pobladores. Esperan con ansia que la carretera esté completamente asfaltada, lo cual, con seguridad, marcará un nuevo rumbo en su vida diaria y se hará realidad el desarrollo integral.

Antes de la intervención, este paso se encontraba en pésimas condiciones, lleno de baches, polvo y lodo. Los conductores de vehículos de servicio público se resistían a ingresar por este trayecto y quienes lo hacían reclamaban un pago elevado. Esto, sin duda, perjudicaba la economía de la gente.